Jugador profesional de póquer contra jugador Jugador de póquer

Jugador de póquer

¡Cómo diferenciar a un jugador de poker profesional de un amateur! ¿Dónde encajas? Como en cualquier deporte o juego hay gente que es mejor y menos. Esto es lo que sucede en el póquer, un juego muy querido y practicante. Se juega en los casinos tradicionales con grandes cantidades de dinero, pero también entre bloques, en grupos o simplemente por diversión. Pero muchos se benefician de él y al mismo tiempo de los jugadores aficionados. Esos son profesionales, una categoría en la que cualquier entusiasta del poker quiere entrar.

Los jugadores de póquer suelen entender el juego de forma diferente. Aunque las reglas sean las mismas, esto no significa que si las respetas el éxito esté garantizado. Jugar bien al poker no significa que lo hagas bien. Muchos factores influyen en el poker y decisiones aparentemente sin importancia pueden marcar la diferencia entre un aficionado y un profesional. En este artículo propongo resaltar algunas diferencias importantes entre estas dos categorías principales de jugadores.

Jugador de póquer versus profesional versus: ¡atención al detalle!

Como se dijo anteriormente, los detalles pueden marcar la diferencia en la mesa de póquer. Al Pez sólo le preocupa él, por qué tiene libros en la mano, qué aspectos no tiene de este tipo. No piensa en ningún momento en estudiar a sus oponentes, en comprender sus decisiones. Todo se reduce a tu propio juego. Un profesional, en cambio, persigue cualquier movimiento de todas las personas en la mesa. Incluso cuando no está en el juego, estudia la acción y almacena hasta la más mínima información. El lenguaje corporal, la velocidad con la que actúas, la frecuencia con la que apuestas con una mano grande o la velocidad con la que lanzas, todo es analizado por un profesional.

¡Estrategia de juego e implicación!

A un jugador profesional siempre se le ocurrirán “temas resueltos” en la mesa de póquer. No dejará nada a la voluntad y todas sus decisiones serán calculadas. No se considera un ganador aunque sea el mejor en la mesa y aprovecha cada mano jugada para aprender algo nuevo. No hagas regalos a tus oponentes y trata de minimizar el riesgo tanto como sea posible. En concreto siempre se cubren las espaldas. No entra en batallas que no puede ganar sólo por el bien del juego y juega mucho a largo plazo. Está involucrado y concentrado durante toda la duración del juego, aunque no lo demuestre, y su experiencia producirá un impacto cuando sea necesario.

Por otro lado, Fiss trata el póquer exclusivamente como un juego de azar. Para él la intuición prevalece frente a la inteligencia en el juego. La mayoría de las veces no tiene estrategia y aunque la tenga es mala. Persiste en los errores y se niega a pedir consejo a los demás, considerando que se encuentra en una mala situación. Cree que su estilo de juego es el mejor y eso es todo. No calcula los movimientos y le gusta ver tantas solapas como sea posible, incluso si eso implica llamar a casi cualquier libro. No sabe cuándo parar y cree que si se involucra más en el flop, le traerá más éxito.

Control de las emociones en el poker amateur vs poker profesional

Jugador de póquer

Ésta es quizás una de las caras más importantes del juego de póquer. Un profesional confiará en él y nunca se dejará abrumar por las emociones. Sabe que el póquer es una batalla a largo plazo y que el dinero es sólo una herramienta para el verdadero jugador de póquer. Tiene una mentalidad ganadora y sabe que el éxito sólo puede llegar como resultado de sus acciones. No tiene la experiencia necesaria para enmascarar sus emociones, ya sean positivas o negativas. No es consciente de la falta de experiencia y cree que la implicación es suficiente.

La capacidad de adaptarse

El poker depende de muchos factores, algunos de ellos externos. El oponente, las emociones, los libros, la olla, el abose y otros aspectos de este tipo pueden influir en ti a la hora de tomar decisiones. Un profesional sabrá qué hacer en cualquier situación y se adaptará a cualquier cambio imprevisto. Tiene un autocontrol que se lo permite, una visión y experiencia suficiente. El aficionado bloqueará en los momentos difíciles. Tomará una decisión obligado por las circunstancias y no sabrá reaccionar ante situaciones imprevistas. Si descubre que no ha tenido éxito, se queda solo y pide disculpas, encontrando explicaciones en cualquier cosa que no sea su juego y su actitud. No improvisa y conserva su estilo hasta el final.

Actitud hacia las ollas grandes: ¡Juego de presión!

Jugador de póquer

No hay muchos botes, pero a menudo marcan la diferencia entre el ganador y el resto. Un profesional jugará tan bien en ese momento, incluso si la presión es infinitamente mayor que en el resto de las manos. No está perdido en la naturaleza, aunque no haya tenido éxito hasta ese momento. Tiene la capacidad de aprovechar la lucidez necesaria para tomar las decisiones correctas en el momento adecuado. Si pierde la mano la olvidará rápidamente y el fracaso no influirá en las decisiones futuras.

Un Pez juega mal bajo presión. Tratará el momento con la misma superficialidad y no tiene la capacidad de comprender la importancia del Pot. Para él todo se resume en ganar y tiene la mentalidad de que si el bote es grande hay que confiar mucho. Se deja “una ola” y se guía por cualquier cosa menos por la lucidez. Un fracaso puede superarlo y la frustración puede sustituir a la razón.

¡La capacidad de variar!

Otra cosa sumamente importante es no ser leído por el oponente. Para ello, el jugador profesional siempre buscará jugar variado, tomar decisiones diferentes, a veces incluso siendo consciente de que no son las mejores. Es importante poner en duda a su oponente en cualquier movimiento. Piense en perspectiva e incluso puede perder el control de una mano sin manos para alcanzar el objetivo final. Siempre mejora, a veces da la impresión de que juega sencillo, a veces complicado. El juego variado es una característica de ello.

Un Pez es bastante predecible y rara vez se desvía de su juego. Aunque a veces un profesional lo leerá inmediatamente, porque, como dije anteriormente, las emociones lo traicionan.

¿En qué categoría te encuentras? ¿Eres capaz de dar el paso de amateur a profesional? Todo lo que tienes que hacer es controlar, analizar tu juego y calcular cada movimiento, el tuyo pero también el de tus oponentes.

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